lunes, 29 de julio de 2013

La eternidad .

Sin pretensiones existencialistas, ayer me pregunte que hago aquí?
intenté creer en el destino, pero luego creí que uno debe hacerse responsable
de lo que le sucede, intenté pensar en la suerte, pero el azar me sonaba igual que el
destino y la idea carecía de los argumentos que indudablemente le dan tu amor a mi existir...
Entonces entendí que aquí estoy para ser feliz y que tu me estás acompañando a serlo
con tanta fuerza con tanta fe, que lo hemos conseguido.
¿Para siempre?, no lo se, pero las huellas impávidas permanecerán siempre en nuestros
corazones, porque los amores sinceros no se borran,  son impasibles, no conocen de tiempo
ni de espacio, suelen viajar a lugares que ni tu, ni yo conocemos...



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