El corazon suspendido en el tiempo

Ella estaba feliz en sus brazos viejos, ajados, una y otra ves él le había contado la historia de la cicatriz del brazo derecho y ella lo miraba con facinación, como un niño cuando mira a su heroe favorito, sus besos le sabian a melocoton y aunque nunca le habian gustado los melocotones, los de su boca le facinaban.
Duraban horas tejiendo el amor en la vieja cama de el y cuando ella tocaba el cielo con una sola mano el se sugetaba de la desteñida madera del mueble, queria verla feliz por eso no se le escapaba ni un centimetro del fino cuerpo de la joven sin besarla, ella temblaba, no por su juventud, ni por ser inexperta, temblaba por que era la primera vez que un hombre como este la tenía tan cerca a su pecho, recordaba así el calor que solo su padre solia brindarle, pero esta vez los movimientos eran bruscos y las manos suaves , el calor intenso, las lagrimas densas como si la química en su cuerpo fuera distinta en esta ocasión.

El la besó nuevamente, le pidio que no se fuera de su lado , que quería volverse un egoista con el mundo entero y no compartirla con nadie, ella miro la cicatriz del brazo de él nuevamente paso su lengua por ella y dejo su saliva como si con ello el fuera a vivir mas.

El corazón de el se suspendio en el tiempo, se detuvo, y ni el aire, ni la saliva lo hacian moverse, todo parecia obra del rey Kronos, todo parecia obra del pecado de el por ser viejo y de ella por ser joven, pero ¿que pecado puede ser amarse?, ella no quiso mirarlo a los ojos, porque pensó que la ausencia se reflejaria ahí, el tampoco quiso mirarla solo recordarla.

Como el tiempo no pasaba, ella decidió seguir abrazada a el , por un segundo, por una hora, tal vez por días o por lo que los dos creyeran que duraria su amor.