Tendría Piccaso quince años cuando se enamoró perdidamente de una muchacha de no mucho renombre en Málaga su ciudad natal, a el le parecía una ninfa de esos cuentos encantados que oia aun cuando era mas joven, para ella él simplemente era un muchacho loco que andaba en bicicleta.
Entonces al pobre Picasso no le quedo mas remedio que empezar a pintarle un retrato para enamorarla, el mas hermoso retrato que alguien había visto, al que mas se iba a dedicar en su vida artística, mezclo colores y nada se le venia a la mente, su cabeza estaba tan en blanco como su lienzo, todo esto le pasaba porque tan presiosa ninfa no lo dejaba mirarla a los ojos, siempre estaba acompañada por sus amigas, cuatro jovenes que al lado de la musa, para Picasso eran solo hormiguitas.
Así el muchacho decidió empezar a seguirla y subirse a los arboles para espiarla , un día en medio de las ramas gigantes de un Hurapan la vio desnuda, se quedo sin palabras, sin suspiros para regalarle, los ojos se le aguaron ,era lo mejor que había visto en mucho tiempo, pensó que había encontrado la escencia del ser que no lo dejaba descansar por las noches, despues de un día entero de pensarla. No paraba de verla, todo a su alrededor se detuvo por un momento.
Cuando llegó a su casa empezó con un pequeño esbozo, un dibujo en lapiz borrado mas de una ves, aveces se le dificultaba pintar tanta perfección, aveces solo añoraba llevarla a dar un paseo en su bicicleta, duró pintando un mes entero, borrando y retomando con mas técnica, por fin había terminado el regalo que la iba a dejar sin aliento, como ella lo dejó a él trepado en el Hurapan.
Se dirigió a la casa de su amada,esta vez más despacio por el miedo a dañar la obra, las manos le sudaban, realmente tenía miedo, tal vez ese día sería su primer beso, quizas ese día ella le mostraría por primera vez sus ojos.
Picasso no necesito acercase mucho pues desde lejos vio un aviso de venta en la casa de la mujer de sus sueños, entonces desesperado pintó en aquel lienzo a las cuatro amigas de la ninfa desnudas, pero como alguna vez lo había pensado ninguna era igual a ella, así que decidió desfigurarle la cara para nunca mas recordarla, pues ese día el alma se le inundo en la pintura por su ausencia.